A la deportista no se le ha ocurrido mejor manera de promocionar la venta de esos dulces que proponer que su apellido pasa a ser 'Sugarpova' durante las dos semanas que dura el US Open, que empieza este fin de semana.
Para poder hacerlo, la jugadora le hizo la petición al Tribunal Supremo de Florida. Si hubiera accedido, su nombre habría supuesto una gran campaña de promoción, al aparecer en los videomarcadores, en los órdenes de juego que consultan los aficionados y en los medios de comunicación que se hacen eco del torneo.
Pero esa posibilidad no se hará real, puesto que presenta muchas dificultades, señala su agente, Max Eisenbud: "Tendríamos que cambiar toda su identificación y tiene que viajar a Japón y China justo después del torneo, y sería muy difícil".
Aunque tampoco hubiera podido ser aunque lo hubiera querido. Es baja de última hora, ya que una lesión en el hombro la ha dejado fuera de combate y no participará en el cita americana
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