Los aficionados del Arsenal esperaban la llegada del mercado de verano para que Arsene Wenger renovara el equipo para convertirlo en un verdadero aspirante al título de la Premier.
Pero el mes de agosto avanzaba y los fichajes ilusionantes no llegaban. Y la liga inglesa empezaba con la primera sorpresa, con la derrota en casa ante el Aston Villa por 1-3.
Pero no era más que un espejismo. Un mes después, y con Mesut Özil como gran estrella previo pago de 45 millones de euros al Real Madrid, el equipo londinense encabeza la liga y camina con paso firme en la Champions. Aunque nadie olvida que no levanta un título desde 2.005.
Y está dispuesto a seguir gastando para mejorar el equipo: "Con el traspaso de Özil creo que hemos dado un paso importante y cuando Arsene decida que ha llegado la hora de invertir de nuevo, estaremos encantados de apoyarlo", declara su presidente, Chips Keswick.
Recientemente se han hecho públicos los beneficios antes de impuestos de la temporada pasada del club, que han caído de 36,6 a 6,7 millones de libras; a pesar de que ha logrado incrementar sus ingresos de 235 a 242,8 millones de libras.
Pero esos datos no preocupan a los dirigentes del club, que ha firmado un lucrativo contrato con Puma, que sustituye a Nike, y que verá incrementados sus ingresos por los derechos televisivos gracias al nuevo contrato firmado por la Premier con BT y BSkyB.
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