La competición tendrá un impacto estimado de 316 millones de euros, aunque
no obtendrá grandes beneficios. La organización partía con el objetivo de no
generar déficit y parece que lo cumplirá. El pequeño superávit que se obtenga se
invertirá en el baloncesto.
Las principales fuentes de ingresos de la competición serán las
aportaciones de las administraciones públicas de las sedes; las de los
patrocinadores, entre los que cabe destacar a Endesa, San Miguel 0,0, Caser,
FCBQ, Adecco o Caixabank; los ingresos de televisión y los ingresos propios del
campeonato.
Se pondrán a la venta alrededor de 650.000 entradas, y la previsión es que
el 40% de las localidades las adquirirán turistas extranjeros, superando el 30%
de anteriores ediciones. Además, las televisiones emitirán el campeonato en más
de 200 países.
Miguel de la Villa, Director General del Mundial, ve en él una posibilidad
para la promoción del baloncesto, ya que considera que solo hay un
acontecimiento deportivo más importante que este campeonato: el Mundial de
Fútbol.
Por otro lado, el Presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Sáez, considera que "El deporte es uno de los pocos sectores que en España sigue siendo una referencia".
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