Unas declaraciones que no han sentado nada bien a Gerard López, patrón del equipo, que no se ha mordido la lengua: "Kimi habría recibido su dinero como el año pasado y como estaba acordado a final de temporada".
López está inmerso en la búsqueda de nuevos socios que le ayuden a sacar adelante la escudería, con Infinity Racing en la pole, y las palabras de Raikkonen no ayudan precisamente.
Pero los problemas de Lotus no son un caso aislado. Los equipos no pueden hacer frente a los costes de la F1, a pesar de que hace tiempo que se habla de una contención de los mismos. Como en el caso de Sauber, que vive pendiente de la llegada del dinero de los patrocinadores rusos con los que firmó a mediados de julio.
Pero no son lo únicos. 6 de las 11 escuderías tienen problemas de financiación, incluidas Caterham, Force India y Williams. La situación no es como para tirar cohetes.
Y Toni Fernandes, de Caterham, confiesa que "nos habían prometido una F1 en la que se gastaría menos. Pero nada es más barato; todo lo contrario, los costos han crecido y además no han aportado nada nuevo". La F1 no es tan idílica como parece.
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